por Tamara Sosa y Francisco Vega

por Tamara Sosa y Francisco Vega

lunes, 2 de diciembre de 2013

Autismo



El autismo es un espectro de trastornos caracterizados por un grave déficit del desarrollo, permanente y profundo. Afecta la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, y evidencia conductas repetitivas o inusuales.
se denomina una discapacidad del desarrollo porque comienza antes de los tres años de edad, durante el período de desarrollo, y causa retrasos o problemas con muchas de las diferentes formas en que la persona se desarrolla o crece.Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 88 individuos y a 1 de cada 54 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados.

Anteriormente se creía que el retraso mental se presentaba con frecuencia en individuos autistas. Uno de los problemas de esta determinación es que se basa en una medición del cociente intelectual (CI), la cual no es factible ni fiable en ciertas circunstancias. También se ha propuesto que puede haber individuos sumamente autistas que sin embargo son muy inteligentes y por lo tanto, capaces de eludir un diagnóstico de autismo. Esto hace que sea imposible hacer una determinación exacta y generalizada acerca de las características cognitivas del fenotipo autista.
Sin embargo, se sabe que los niños superdotados tienen características que se asemejan a las del autismo, tales como la introversión y la propensión a las alergias.
No existe por ahora un tratamiento que cure el autismo.  Se cree que un inicio temprano de la terapia y la intensidad del mismo mejora las probabilidades de aumentar el nivel de funcionamiento. Los niños pueden llegar, con cursos intensivos tempranos e individualizados de este tratamiento, a hablar, leer, escribir etc.
La educación como el vehículo para el tratamiento de las personas con autismo, es necesario crear programas educativos adaptados a las necesidades individuales de cada persona con autismo.
Los niños con autismo se pueden integrar a escuelas regulares, siempre y cuando cuenten con los apoyos que requieren para aprender y desarrollarse en la escuela. Cada niño es único con sus fortalezas, gustos y retos. Es decir que tampoco los niños con autismo son iguales entre sí, por lo que en la escuela se debe formar un equipo de trabajo junto con la familia y si es necesario especialistas externos. Este equipo se encarga de definir los objetivos para el alumno, así como la forma en que van a trabajar con él. Es muy importante tomar en cuenta las fortalezas del niño al diseñar su programa.
Existen tres comportamientos distintivos que caracterizan al autismo:
1.- Falta de habilidad para comunicarse,
2.- Capacidad disminuida para establecer relaciones con los demás, y
3.- Dificultades para responder de manera apropiada al medio ambiente.
Sí así de sencillo: problemas con la comunicación, socialización y comportamientos e intereses limitados, inusuales o repetitivos.
Hablar de autismo es muy complicado porque entendido lo anterior resulta que algunas personas con autismo funcionan a un nivel elevado de rendimiento, sus relaciones sociales son tan normales como las de cualquier otra persona, su lenguaje está intacto y resulta que muchos de los que se piensa tienen retraso mental no es que de verdad tengan alguna anomalía en su cerebro, sino que a causa de la poca comunicación y socialización, dejan de obtener habilidades al ritmo que lo hacen los demás o porque simple y sencillamente no son de su interés o porque son cosas tan sencillas que las pueden dejar pasar.

El autismo no se cura, se comprende. 

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